Hasta 2017 el financiamiento del programa siempre superó los 1200 millones de pesos, pero en 2018 cayó un 52% con respecto al año anterior, del cual nunca se repuso. Este año hay $592.524.000 para el programa, y en 2012 era de $2.056.000.000.
Por Cristian Aburto Salamanca.
El Programa Estadio Seguro en 2023 tiene un 71% menos de presupuesto que en 2012, que fue el año en el que se implementó, en el primer Gobierno de Sebastián Piñera. Hasta el 2017 el dinero destinado para esta área era siempre superior a los 1200 millones de pesos, pero en 2018 cayó en un 52% con respecto al año anterior, siendo aquel año de $714.175.000. Su financiamiento cuando se implementó era de $2.056.000.000, y en el presente año es de $592.524.000.
Los incidentes que culminaron en la finalización del Clásico Universitario en el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción han traído más de una repercusión. Lo primero es las múltiples críticas al Programa Estadio Seguro, pero esta vez no solamente son de los aficionados al fútbol, sino que también de diferentes sectores de la política nacional, quienes buscan una configuración de este sistema para garantizar la seguridad a los asistentes del deporte.
Estadio Seguro se implementó en 2012, buscando poner freno a los hechos delictuales y de violencia con ocasión de espectáculos de fútbol profesional, con el objetivo de recuperar los estadios de fútbol como lugares de sano esparcimiento, recreación y encuentro para las familias y los verdaderos hinchas. Sin embargo, el rol del programa no es contratar más guardias ni financiar la seguridad del espectáculo, sino que coordinar, organizar y delimitar las normas con respecto a este tema.
Este martes se reunió el ministro del Deporte, Jaime Pizarro; el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve; la jefa de Estadio Seguro, Pamela Venegas; y el presidente de la ANFP, Pablo Milad. En la ocasión se definió que se trabajará en una ley corta para enfrentar la violencia en los estadios chilenos, la cual debería estar totalmente ideada como propuesta en menos de dos semanas.
Por último, hay que recalcar que el Programa Estadio Seguro establece ciertos límites que no se están implementando en la actualidad, como que la ANFP podría llevar un registro nacional de asistentes, regulando sus contenidos y características, o como que el intendente podría exigir medidas adicionales de seguridad, tales como control de acceso con sistemas biométricos, de reconocimiento facial, entre otros.
